domingo 9 de abril de 2017
Hoy, 9 de abril, hemos ascendido a las cimas de Kakuta, Erlo y Xoxote, ubicadas en el macizo de Izarraitz, que se extiende por Urola Kosta hasta prácticamente el mar con la cota del Andutz como última cima relevante y a la que ya fuimos hace unas semanas. Para ello tomamos en la A8 la salida 64 hacia Azkoitia y, tras pasar el peaje, llegamos a una rotonda desde donde tiramos de frente hacia el puerto de Azkarate. Tras pasar un túnel tomamos la desviación hacia el barrio de Madariaga y de aquí seguimos la carretera que traíamos y que, en pocos minutos, nos deja en el collado de Zorrozpe, una de las vías de acceso clásicas al macizo de Izarraitz. Aparcamos y tomamos el sendero que confluye con una pista que seguimos a mano izquierda y que nos dejará en un bonito mirador desde el cual seguimos de frente por un marcado sendero.
Las vistas son ciertamente bonitas desde este camino. Al fondo vemos Sesiarte y Agido y las postrimerías de la cordillera de Izarraitz que se pierden hacia el norte.
Así, vamos ascendiendo sin pérdida hacia el collado de Zamaleku, que separa Erlo de Kakuta, donde confluiremos con una pista que viene de Azpeitia y continúa hacia Erlo. Obviaremos esta pista y giraremos a la derecha para bordear una roca por su izquierda por un sendero herboso que nos lleva sin problemas hacia un hito de piedras que nos indica que debemos ascender hacia la zona cimera.
Ya tenemos la cruz de Kakuta al alcance de la mano.
El buzón de Kakuta. Aunque en el catálogo de la Federación, siguiendo las indicaciones de Euskaltzaindia, aparece como Kakueta, en la zona se le conoce (y así lo pone en los letreros) como Kakuta o Kakute.
Retornados al collado, vamos camino del Erlo, al fondo. La verdad es que el día acompaña.
Las vistas desde la cima son de quitar el hipo.
Mirando hacia el este, el cordal de Ernio que, como no podía ser de otra forma, también pisamos el verano pasado.
Girando hacia el norte, la zona de Pagoeta y el Cantábrico.
Y descendemos hacia la zona de Xoxote, que divisamos en la campa que vemos a nuestra izquierda. Más allá se encuentra la estatua de San Inazio de Loiola y, entre la estatua y la cima de Xoxote, el refugio del mismo nombre en cuyo entorno hacemos parada y fonda para comer antes de emprender el descenso.
Y, poco a poco, vamos descendiendo con la vista de nuestro primer objetivo del día (Kakuta) enfrente de nosotros.
Jornada redonda la consumada hoy en un entorno versátil y precioso. El tiempo ha acompañado y, aunque pocos pero bien avenidos, hemos disfrutado de un día excepcional.