Domingo, 31 de octubre de 2010
DATOS DE LA RUTA:
Acceso: Aparcamiento de la Laguna Negra (1.800 m), situado a unos 18 kilómetros de Vinuesa, el pueblo más cercano. Para llegar a la Laguna Negra desde Vinuesa debemos atravesar el pueblo y en el kilómetro 33 de la SO-820 tomamos una desviación a la derecha marcada con un cartel que nos indica la dirección a la Laguna Negra y que nos sitúa en la SO-830. Y poco después de pasar el kilómetro 7 de la SO-830 nos encontramos con otra desviación a la izquierda que nos deposita en 11 kilómetros en el aparcamiento de la Laguna Negra.
Desnivel: 40 m.
Distancia: Unos 4´6 kilómetros (ida y vuelta).
Tiempo aproximado: 1 hora.
Dificultad: Muy fácil.
El espacio natural conocido bajo el nombre de “Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión”, con una extensión de 4.617 hectáreas, se encuentra ubicado al norte de la provincia de Soria. Dentro de este espacio singular el visitante tiene la oportunidad de disfrutar de una interesante diversidad de flora y fauna, además de contemplar la belleza inigualable de varias lagunas de origen glaciar, entre las que destacan la Laguna Negra, la Laguna Larga o la Laguna Helada.
No obstante, si tuviéramos que elegir entre toda la inmensa belleza de este espacio natural un lugar para visitar, elegiríamos, sin lugar a dudas, el entorno de la Laguna Negra, considerado como uno de los lugares más bellos y espectaculares de toda España. Encajonada a casi 2.000 metros de altura y rodeada de impresionantes muros de granito y vastas masas de pinos silvestres, la Laguna Negra es el resultado de la acción glaciar que ha contribuido a lo largo de millones de años a esculpir un paisaje único e irrepetible considerado casi sagrado para los habitantes de estas tierras.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO REALIZADO:
Dejamos los coches en aparcamiento de la Laguna Negra (1.800 m), hoy totalmente repleto de coches a pesar de que las condiciones atmosféricas no invitan mucho a salir de casa: tenemos una temperatura que roza los cinco grados centígrados, el cielo completamente cubierto y una lluvia fina, pertinaz y constante. No obstante, en este fin de semana en el que habíamos planificado conocer un poco la provincia de Soria no podía faltar una visita, aunque fuera breve, a uno de los lugares con mayor encanto de toda la provincia: la Laguna Negra. Y el mal tiempo no va a conseguir que desistamos de nuestro propósito inicial.
Y hoy no somos los únicos que nos hemos acercado a esta zona encantada. Efectivamente, son muchas las personas, especialmente familias con niños pequeños, que nos cruzamos durante esta última mañana desapacible del mes de octubre. Personas que, como nosotros, desean contemplar las profundas y enigmáticas aguas negras de una de las lagunas más conocidas de Soria.
Son poco más de dos kilómetros los que separan el aparcamiento de la laguna. Dos kilómetros que pueden ser recorridos en autobús gracias a un servicio diario que por el módico precio de un euro ida y vuelta te acerca hasta la laguna, desde la cual es posible emprender interesantísimos recorridos de montaña, como la subida al Pico Urbión (2.229 m), enclavado en el límite entre Soria y La Rioja, en cuyas proximidades tiene lugar el nacimiento del río Duero y desde cuya cima se puede otear –tal como dejó escrito el poeta Gerardo Diego– “media España a la redonda”.
Sin embargo, la abundante nieve que ha caído durante la noche de ayer y que cubre la carretera que da acceso a la Laguna Negra ha propiciado que el servicio de autobuses se haya cancelado hoy. Y éste es el motivo por el que el asfalto nevado se encuentra hoy salpicado de las múltiples pisadas de todos los transeúntes que se han acercado a estas latitudes.
Emprendemos, pues, la marcha desde el mismo aparcamiento, concretamente desde la oficina de Información de Turismo que se encuentra al inicio de la carretera que conduce a la Laguna Negra. Subimos por la carretera 2 kilómetros aproximadamente hasta encontrar una bifurcación junto a una marquesina de madera. Tomamos entonces el camino situado a la izquierda, indicado con un cartel de madera en el que se puede leer “Senda de la Laguna Negra”. Hasta aquí es hasta donde llega el servicio de autobuses y aquí es donde se termina el asfalto.
Desde este punto tan sólo nos restan 300 metros para llegar a la laguna. Son 300 nevados metros que nos conducen a través de un camino empedrado con pasamanos de madera a ambos lados a unas escaleras que dan acceso al mirador desde donde se puede contemplar la Laguna Negra. En este lugar se haya congregada hoy una cantidad tal de turistas que tenemos que esperar unos minutos para podernos sacar una foto con la laguna y las espectaculares murallas rocosas que rodean el circo glaciar a nuestras espaldas.
En una placa situada junto a este impresionante mirador se puede leer “Senda de Antonio Machado”. Y es que mencionar la Laguna Negra es evocar a este poeta andaluz que un buen día se enamoró de Soria y convirtió en poesía una de las muchas leyendas que giran en torno a la Laguna Negra, creando así una de sus obras más perfectas y bellas: “La tierra de Alvargonzález”, una terrible y fascinante historia de ambición y muerte que finaliza en las aguas transparentes y mudas –como el propio Machado las calificó– de la Laguna Negra.
Después de contemplar la belleza de nuestro entorno, acentuada por la nieve y el hielo que lo cubre todo, tomamos una pasarela de madera situada a nuestra izquierda y continuamos por ella hasta llegar en unos metros a la Senda del Portillo de la Laguna. En este punto nos damos la vuelta y retornamos a nuestros coches tras pasar una tranquila e interesante mañana que más que otoñal parece invernal.