DOMINGO, 14 DE NOVIEMBRE 2010
DATOS DE LA RUTA:
Acceso: Desde el polígono Mijoa, en la localidad de Mutriku (Gipuzkoa)
Desnivel positivo: 350 m.
Distancia aproximada: 7 km
Tiempo: 1h 15’ ida
Dificultad: Fácil
El cordal del Tontorramendi está compuesto por una serie de lomas que componen la sierra de Arno y que mueren en las en aguas del Cantábrico. Su altura es inferior a cuatrocientos metros, pero son suficientes para separar Ondarroa de Mutriku y hacer de frontera natural entre Bizkaia y Gipuzkoa.
La ascensión habitual a este monte parte desde la localidad vizcaína de Ondarroa. Nuestra intención es partir desde la ermita de San Jerónimo pero, como en las inmediaciones de la ermita no hay sitio para aparcar, partiremos desde el polígono Mijoa, en Mutriku (Gipuzkoa).
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO REALIZADO:
Dejamos los coches aparcados en el polígono de Mijoa (carretera Ondarroa-Mutriku), junto al bar que lleva su mismo nombre. Después de calzarnos las botas, ponernos las chamarras y abrir nuestros paraguas, comenzamos a caminar con la esperanza que la lluvia nos diese un poco de tregua. ¡Pobres ilusos! Los meteorólogos habían anunciado lluvia y últimamente no se equivocan mucho. Como bien dice un menditxikizale: “los domingos malditos”.
Así pues, nos dirigimos a la carretera y comenzamos a caminar por el arcén dirección Mutriku, buscando la ermita de San Jerónimo. Pronto la encontraremos a la derecha, bien pegadita a la carretera. La dejamos atrás y poco después encontramos, a la derecha también, un camino de asfalto que atraviesa el arroyo Aldabe. Tras el puente del arroyo un cruce que seguiremos dirección Mizkia Auzoa, como nos indica un cartel. Continuamos la ascensión por esta pista de cemento sin abandonarla en ningún momento. Esta se hace un poco lenta porque en varias ocasiones nos tenemos que parar a un lado de la carretera para dejar pasar la cantidad de coches que suben y bajan. Unos, suponemos, son gente que vive en los caseríos de la zona y otros cazadores que vienen de regreso. ¡Ni la Gran Vía bilbaína!
Siempre subiendo, llegamos al collado de Elordi. Aquí se convierte, la pista, en un tramo bastante llano. Seguimos caminando y poco después encontramos, a nuestra derecha, la bifurcación donde se encuentran un cruce de señales que indican: GR-121 y Saturraran 3Km.
Nos adentramos por este camino entre pinares, llegando enseguida a otra bifurcación que sigue marcando, a la derecha, la GR. Nosotros omitimos esta y seguimos por la izquierda para, poco después, coger el camino lleno de barro que se encuentra a nuestra derecha. Nuestras botas, hasta ahora limpias, se manchan de barro pero solo un poco ya que el resto del camino lo hacemos sin él y divisando los puestos de caza que se encuentran camuflados de color verde a la izquierda del camino.
Así llegamos a la cima del Tontorramendi, en el cual se encuentra un vértice geodésico y un buzón-torre del grupo Aurrerako Mendizaleak.
Después del tentempié de rigor hacemos el descenso por la vertiente norte del barranco de Aldabe. Poco después llegaremos a un camino de cemento que sirve de servicio a unas torres repetidoras. Cruzamos esta la pista y seguimos por el camino de tierra siguiendo las marcas rojas, blancas y amarillas que nos llevarán directamente al collado de la ermita de Santikurutz. Aquí hacemos un alto en el camino para comer y descansar un poco de la lluvia, ya que en la ermita hay unas mesas de cemento cubiertas que permiten que nuestros bocadillos no se mojen. Desde aquí podemos contemplar las bonitas vista que hay del puerto de Ondarroa.
Volvemos sobre nuestros pasos y atravesamos una verja a la izquierda. El camino de bajada es un continuo zig-zag que nos lleva derechos al caserío Doiztu Goikoa. Desde aquí el camino se vuelve a convertir en cemento y, sin pérdida ninguna, al polígono Mijoa donde se encuentran nuestros coches.
Cafelito en el bar del frontón de Berriatua y para casita.
Excursión mañanera y pasada por agua, pero hemos quedado satisfechos de poder llegar al buzón. Hemos salido de casa, respirado aire puro y hemos hecho deporte.
También ha hecho bastante deporte una sirena playmobil de unos de nuestro txikis, que se ha pasado todo el camino cayendo y subiendo al paraguas de su dueño.