Domingo, 30 de septiembre de 2012
DATOS DE LA RUTA:
ACCESO: Ermita de San Cosme y San Damián, situada a unos 360 m. de altitud dentro del término municipal de Galdames (Bizkaia). Para llegar a esta ermita desde Bilbao nos dirigimos a San Pedro de Galdames, continuamos por la BI-3632 y tomamos el desvío a Güeñes. Inmediatamente después de pasar el kilómetro 25 nos incorporamos a la BI-3631 y continuamos adelante dejando atrás el barrio de Umaran. Unos metros después de pasar junto al kilómetro 24 de la citada carretera tomamos un desvío a la izquierda en cuyo inicio un cartel nos indica la dirección a la ermita de San Cosme/San Damián. Circulamos ahora por una pista cementada que nos conduce al barrio de Amabizkargoitia, el cual cruzamos para encontrarnos poco después con una bifurcación. Allí obviamos el carril de la izquierda y continuamos de frente siguiendo un cartel que indica “Arbori-Eretza”. Unos metros más adelante tomamos un desvío a la izquierda que nos deposita en una amplia explanada situada junto a la ermita de San Cosme y San Adrián, lugar en el que es posible aparcar los coches.
DESNIVEL: 557 m.
TIEMPO APROXIMADO: 2 h 15 min (1h 30 min. de ascensión).
KILÓMETROS: 6´49 km.
DIFICULTAD: Fácil.
El Eretza (887 m), la cumbre más elevada del macizo de Grumerán, es uno de los montes más emblemáticos y conocidos de la provincia de Bizkaia. A pesar de su modesta altitud, tiene el Eretza una fama –quizás justificada– de monte duro debido a los fuertes desniveles que es preciso sortear desde sus accesos más habituales (Sodupe, Zaramillo, El Regato y Cruces). Especialmente dura es la ascensión por su cara noreste, siguiendo la ruta que marca el conocido cortafuegos que atraviesa esta vertiente. No obstante, nosotros obviaremos estos recorridos e iniciaremos la marcha junto a la ermita de San Cosme y San Damián, en Galdames, lugar desde se accede con facilidad a la cima del Eretza, una privilegiada atalaya con magníficas vistas sobre los montes de la provincia.
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO REALIZADO:
Mientras una gran parte de los miembros de Menditxiki disfruta del fin de semana en un albergue de Ezkaray, algunos de los pocos que nos hemos quedado por tierras vizcaínas decidimos aprovechar la mañana del domingo para subir a uno de los montes más conocidos y emblemáticos de Bizkaia: el Eretza.
No es –quizás– el día más propicio para iniciar esta ascensión, teniendo en cuenta que una fina cortina de agua seguida de una fuerte lluvia nos ha perseguido durante todo el trayecto en coche desde que hemos salido de casa. Pero, sin amedrentarnos ni por un segundo, nos dirigimos decididos a la ermita de San Roque y San Damián, una bonita construcción que, restaurada por los vecinos en 2004, se encuentra rodeada de un hermoso encinar en cuyas inmediaciones se ha habilitado una amplia explanada de cemento que sirve de aparcamiento.
Tras calzarnos las botas, colocarnos las mochilas a la espalda y desplegar los paraguas, iniciamos la marcha por una pista cementada que sale del mismo parking y asciende, dirección norte, por zona arbolada. Pronto desaparece el cemento para dar paso a un sendero de tierra que asciende describiendo amplias zetas en medio de un exuberante bosque formado por pinos, avellanos, robles y hayas. El tronco de un árbol caído nos corta el sendero por el que caminamos, pero lo sorteamos pasando por encima de él y seguimos adelante.
Desembocamos así en una pista de gravilla y continuamos por la derecha hasta llegar a un cruce. El vial que desciende, situado a la derecha de la bifurcación, conduce al barrio galdamés de Amabizkargoitia, por lo que nosotros continuamos por la izquierda ganando altura poco a poco. Cruzamos después un portillo hecho de troncos y alambre, dejamos el bosque atrás y continuamos adelante dirección norte, mientras contemplamos a nuestra izquierda el Ubieta y todos los montes de su alrededor.
Unos metros después, al llegar junto a un caserío, la pista por la que caminamos describe un brusco giro de 360 grados y desaparece para convertirse en un sendero de tierra que avanza entre helechos dirección sur. Y nos encontramos con un nuevo obstáculo en el camino: alguien ha cortado la senda con un cercado, posiblemente para impedir el paso al ganado. Lo bordeamos por la izquierda y nos reincorporamos al sendero por el que subíamos hasta llegar a una pista. La cruzamos y continuamos de frente abriéndonos paso por una estrecha senda de tierra que las zarzas, helechos y endrinas amenazan con cerrar, hasta que dicha senda nos deposita, tras cruzar una alambrada por un paso habilitado para ello, en el camino que sube de Sodupe.
A partir de este momento, la tierra se alterna con la roca y nos encontramos con las primeras señalizaciones del día: unas marcas blancas y azules profusamente esparcidas por las blancas rocas calizas, las cuales nos conducen hasta el refugio de la Berenilla, situado a unos 500 metros de la cima del Eretza y perteneciente al ayuntamiento de Güeñes. Enfrente de nosotros se alza ya la ladera herbosa franqueada por pinos que conduce al Eretza. Y hacia ella dirigimos nuestros pasos.
Y, tras sortear los tres empinados repechos de esta ladera de hierba, alcanzamos la cumbre del Eretza, coronada por un vértice geodésico, una gran estela, una placa en recuerdo de un montañero fallecido y un pequeño buzón. Hace ya mucho tiempo que ha dejado de llover y el sol empieza a asomar tímidamente entre las nubes.
Impresionantes son las vistas desde la cima e impresionante es contemplar desde el corte de la vertiente este el espectacular cortafuegos enmarcado por plantaciones de cipreses que sube desde Laquadra y por el que nos ha costado sudores ascender en más de una ocasión.
Unas fotos en la cima, un pequeño descanso e iniciamos el descenso hacia el refugio de la Berenilla con la intención de comer en la amplia zona habilitada como merendero situada en la parte trasera del refugio.
Después de comer tranquilamente al socaire iniciamos el descenso siguiendo, inicialmente, el mismo camino por el que habíamos subido. Y digo inicialmente porque, después de llegar al caserío situado al final del sendero, continuamos descendiendo por la pista sin tomar la senda por el que habíamos ascendido y llegamos así poco después al collado de Arbori. Allí, en lugar de tomar la pista situada a nuestra izquierda, la cual conduce a Sodupe, continuamos por la pista hormigonada que gira a la derecha, la cual nos conduce sin ningún contratiempo hasta el lugar donde habíamos dejado los coches. Ha sido una excursión corta pero interesante que nos ha dado a algunos la posibilidad de ascender al Eretza una vez más pero siguiendo un itinerario distinto al de veces anteriores.
PERFIL DEL RECORRIDO REALIZADO:
RUTA EN WIKILOC: