Rutas por mes

DOMINGO, 09 DE ENERO  2011

Buzón del Oderiaga

DATOS DE LA RUTA:

Acceso: Desde el aparcamiento Belauztegi en el barrio Usabel situado en la localidad Vizcaína de Orozko.

Desde Orozko se coge la carretera de Artea , luego a la  derecha la desviación hacia Ibarra, llegando así a Usabel y después de este barrio dirección aparcamiento de Belauztegi, que está a 3,5 km de Usabel, con una altitud de 744 m.

Desnivel positivo: 648 m

Distancia aproximada: 7,2 kilómetros

Tiempo: 2h  ascensión

Dificultad: Fácil

El Oderiaga forma parte del cordal de los Montes de Arno, es el más alto de ellos. Su cumbre de rocas planas, lisa y poco gruesa junto con  sus vistas, lo hacen un monte atractivo para muchos montañeros, de hecho es uno de los 100 montes puntuables para el concurso de los Cien Montes.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO REALIZADO:

Inicio del camino

Nuestra primera intención es subir al Kolometa y para ello dejamos nuestros coches en el aparcamiento de Belauztegi. No sabemos si llegaremos pero sí tomamos la decisión de ir al Oderiaga y si luego podemos, iremos al Kolometa.

Botas calzadas y paraguas en mano comenzamos la ascensión por el único camino que se encuentra pegado al aparcamiento. Al inicio de este camino, formado por zonas herbosas y de gravilla, hay un cartel que nos indica que el collado de Austigarmin se encuentra a 3,8 km y Ukulogorta 2,6 km.

El camino discurre entre bosques de hayedos y zonas pastoriles para el ganado lanar. Es ancho y fácil para andar, aunque a  veces sus grandes pendientes nos hacen flaquear un poco, pero solo un poco, ¡eh!, porque después de las grandes pendientes siempre vienen otras menores y algún que otro tramo llano para recargar fuerzas.

Ascendemos con la esperanza de que el tiempo nos de un poco de tregua y nos permita disfrutar de las vistas pero la niebla nos lo impide. Nos acompañará el resto de la jornada. A veces, se disipa un poco y el día se hace más claro.

La pista, a veces de tierra y a veces de cemento, no ofrece complicación alguna y por lo tanto es casi imposible no llegar al collado de Austingarmin.

Collado de Austingarmin

Así pues, poco a poco, entre cuentos para niños (relatados por unas buenas cuentacuentos), comentarios navideños, algún que otro bolazo de nieve y canciones infantiles llegamos a este collado, en el cual, dicen los que ya han subido anteriormente, hay unas vistas espléndidas, pero la niebla no nos deja disfrutar de las mismas.

Nos dirigimos hacia la derecha, dirección Oderiaga, según el cartel que encontramos en el collado y que, además de indicarnos la dirección del monte al que vamos, también nos dice que se puede ir hacia el Arlobi que está a 3,6 km y hacia el Belauztegi a 2,4 km.

Poco a poco la niebla se va haciendo más intensa pero no impide nuestro  caminar porque el camino hacia la cima desde aquí, también,  es visible y bien definido.

Cima del Oderiaga

Ya a unos 1205 m de altitud, y cuando la pista que traemos tiende a descender, enfilamos ladera arriba, hacia la derecha  orientados por los hitos que nos llevarán a la cumbre.

Encontramos un gran mojón  de piedras que sirve para orientarse en días como hoy y dejándolo atrás, tomamos dirección oeste por el cresterio del cordal.

En muy pocos  metros llegamos al buzón del Oderiaga. Un bonito buzón que asemeja el mapa de Euskadi y que está acompañado por un vértice geodésico y un mojón fronterizo.

Las vistas desde aquí son espectaculares, pudiendo ver Itxina, el Gorbeia, el Bitzeta, el Anekogarri y otros,  pero no podemos comprobarlo porque  la bruma es muy intensa y apenas se ve a dos metros de distancia.

El GPS de montaña nos dice que a un kilómetro se encuentra el Kolometa, pero desistimos porque no hay que arriesgarse tanto. Nos gusta la montaña pero siempre manteniendo una seguridad.

Foto de rigor, entre niebla y más niebla, tentempié para engañar un poco al estomago y volvemos sobre nuestros pasos para empezar a descender. El regreso lo hacemos por el mismo camino que hemos hecho de subida.

Niños jugando en la nieve

No tan niños jugando

El grupo, en la bajada, se va estirando. Mientras unos caminan decididos hacia los coches otros, niños y no tan niños, se entretienen tirándose bolazos de nieve que van encontrando en algunos neveros existentes en el  camino. Otros, sin embargo, corretean cuesta abajo cantando una alegre canción dirigidos por una amatxu muy marchosa.

Decían algo así:

“Mongo epi epa emaie,

Ritmo Africano

ea, ea, epi, epa, emagüe,

oyeme bululu

oyeme bululu………..”

(Ponedle ritmo africano y os saldrá)

Llegamos al aparcamiento, nos quitamos las botas, subimos a los coches y bajamos al barrio de Ibarra a comer. Junto a la ermita de San Roque hay un merendero con un precioso tejado que nos resguarda de la llovizna. Debajo del tejado una gran mesa alargada y dos más pequeñas. Parece hecha a medida para nosotros. Damos rienda suelta a nuestro apetito y atacamos toda nuestra comida y la de los demás porque, ¿quién puede resistirse a unos buenos bocados de unas  buenas tartas hechas por unas buenas reposteras, quién?

La gran mesa

Partido de fútbol, tertulia y cogemos los coches de nuevo para ir al centro del pueblo a tomarnos el café, manzanilla o lo que se tercie y cada uno para su casita.

A pesar de la niebla, ha sido un bonito domingo con  buena compañía, bonita ruta y  buen ejercicio. ¿Quién da más?

Ruta y perfil de la marcha realizada

(Para ampliar la imagen pincha sobre ella y, a continuación, vuelve a hacer click encima)

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