Domingo 31 de mayo 2015
Hoy ha amanecido soleado y todo augura una bonita ascensión a nuestro más emblemático monte bocinero, el Gorbeia, así que aparcamos los vehículos en Pagomakurre y subimos por la pista hacia las campas de Arraba. Al poco tiempo, el Gorbeia se nos muestra en todo su esplendor. ¿Llegaremos? Por supuesto que sí.
Tras pasar Arraba y el paso de Aldape nos adentramos en Egiriñao, donde nos espera una parte del grupo que ha hecho noche en uno de los refugios de la zona.
Y sin pensarlo un minuto, tiramos cuesta arriba por la dura pendiente.
Tras llegar a un collado vemos la cruz nítida en el horizonte.
Y allá vamos.
La cruz, al alcance de la mano.
Gorbeiako gurutzea. Gora gu ta gutarrak.
Gaurko txapeldunak. Los campeones del día.
Buzón del Gorbeia.
El vértice geodésico apuntando hacia tierras alavesas.
Y un par de fotos de grupo.
Ya de vuelta, con el bonito Aldamin al fondo.
Llegando a Egiriñao, donde toca comer y descansar antes del retorno. El día lo merece y el solcillo se agradece.
Bien comidos y servidos, comenzamos el camino de vuelta hacia el paso de Aldape, custodiado por el Gatzarrieta en un entorno realmente privilegiado.
Y así llegamos a las campas de Arraba, con la imponente mole de Peña Lekanda dominando el horizonte.
Objetivo cumplido. Cruzamos Arraba y retomamos por la pista que, finalmente, nos dejará en Pagomakurre. Día fabuloso. Más no se puede pedir. (Foto 17).