Rutas por mes

Archivo de febrero de 2010

Domingo, 28 de febrero de 2010

                      Buzón del Jata Txiki

Buzón del Jata Txiki

Hora y lugar de encuentro: A las 10 h en la gasolinera que hay en la BI-631 (carretera de Bermeo), poco después de pasar la desviación a Larrauri (que no hay que coger).  Y a las 10:15 h  en la ermita de San Miguel de Zumetxaga, enclavada en el barrio Larrauri de Mungia (Bizkaia).

DATOS DE LA RUTA:

Acceso: Ermita de San Miguel de Zumetxaga, en Mungia (Bizkaia), situada a 258 metros de altitud. Para llegar a la ermita desde Bilbao hay que ir dirección Mungia, continuar por la BI-631 (carretera de Bermeo) y desviarse después por la BI-2101 (Camino de Ugalde). Escasos metros después de pasar junto a la gasolinera de Bakio, hay que coger una desviación a la izquierda en cuyo inicio se encuentra un cartel indicador en el que aparece escrito “San Miguel”. Desde allí una empinada carretera de 2´5 kilómetros nos deposita directamente en la ermita de San Miguel.

Desnivel: 6oo m. de desnivel positivo (1.200 m. acumulados).

Distancia: Unos 9 kilómetros (ida y vuelta).

Tiempo aproximado: 1 h 40´ (0h 40´ de ascensión al Jata y 15´más al Jata txiki).

Dificultad: Media.

El Jata, perteneciente al macizo del mismo nombre, es una montaña de suaves formas que se encuentra situada entre las localidades vizcaínas de Mungia, Bakio y Maruri-Jatabe. Son varios los puntos de acceso a esta montaña vizcaína (Bakio, Mungia, Larrauri…), pero nosotros optaremos por uno de los más frecuentes y fáciles de seguir: el que parte de la ermita de San Miguel de Zumetxaga, enclavada en el barrio Larrauri de Mungia. Desde esta preciosa ermita románica se puede alcanzar la cumbre del Jata por su ladera este siguiendo un camino que asciende en fuerte pendiente. Una vez en el monte Jata, nos acercaremos a la cima del Jata Txiki y desde allí descenderemos a Bakio para posteriormente regresar a la ermita de San Miguel, completando así un bonito e interesante recorrido circular.

               Jata desde San Miguel de Zumetxaga

Jata desde San Miguel de Zumetxaga

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO REALIZADO:

San Miguel de Zumetxaga (258 m.) – Jata (600 m.) – Jatabenierdia (518 m.) – Jata Txiki (555 m.) – Jatabenierdia (518 m.) – Bakio (37 m.) – San Miguel de Zumetxaga (258 m.)

                         Mapa hipsométrico

Mapa hipsométrico

                   Marca en el sendero que cogemos

Marca en el sendero que cogemos

                      Comenzando la marcha

Comenzando la marcha

Dejamos aparcados los coches en una explanada situada junto a la ermita de San Miguel de Zumetxaga, del siglo XII, donde un cartel de madera nos indica que desde allí al Jata tenemos una distancia de 1.500 metros y 40 minutos. Así que desde este precioso lugar rodeado de viejos robles damos inicio a nuestra marcha montañera del día de hoy tomando para ello una pista herbosa situada en la zona de aparcamiento, la cual está señalizada con una cruz en forma de aspa. Esta indicación – si no conociéramos previamente el camino – nos hubiera llevado a buscar otro punto de inicio distinto, pero en este caso estamos completamente seguros de que es por ahí y por ahí nos encaminamos.

El camino, que al principio es ancho, se va estrechando paulatinamente hasta convertirse en un estrecho sendero que asciende de forma vertiginosa entre pinos y eucaliptos y que culmina en un cortafuegos final con una fuerte pendiente que en algunos tramos llega a alcanzar el 40%. Alcanzamos así el cordal superior desde el que, girando a nuestra derecha, llega en escasos minutos a las antenas de telefonía y televisión y a la gran e inconfundible estación metereológica que, semejante a un gigantesco chupachups, se erige como un enorme monstruo en medio del cordal cimero. Pocos metros después nos encontramos con el vértice geodésico y el original buzón con forma de cohete– hoy completamente cubierto de ramos de flores – que coronan la cumbre de este conocido monte de escasos 600 metros de altitud.

                          En la cima del Jata

En la cima del Jata

La cima del Jata dicen que suele ser ventosa pero hoy no sopla nada de viento. Y eso que los de Euskalmet habían pronosticado que la ciclogénesis explosiva que sacudió ayer Euskal Herria iba a dar hoy sus últimos coletazos. Y que se iba a notar especialmente en zonas expuestas. Pues aquí no hay ni el más mínimo indicio de ello, la verdad. En cualquier caso, con viento o sin él, lo que es innegable es que la cumbre del Jata se eleva en un lugar privilegiado y que constituye una magnífica atalaya desde la que se pueden disfrutar de unas espléndidas vistas panorámicas, especialmente de Bakio, con San Juan de Gaztelugatxe al fondo.

Tras tomar un tentempié –que de ligero tiene más bien poco–, dejamos atrás la cima del Jata y continuamos nuestro camino descendiendo dirección norte por la ladera opuesta a la que habíamos subido. Nuestra intención es coronar la cumbre de otro cercano monte: el Jatabe Iñarti, Jatatxikerra u Odelaga, más conocido por los montañeros como Jata Txiki, el cual, a pesar de sus modestos 555 m. de altitud, constituye el punto más alto del término municipal de Bakio.

                 Hacia el collado Jatabienerdia

Hacia el collado Jatabienerdia

                               En el Jata Txiki

En el Jata Txiki

Para ello descendemos por una senda muy evidente que arranca del mismo buzón del Jata y que conduce hasta el collado Jatabienerdia, donde una puerta metálica de color verde impide el paso de vehículos. Allí nos encontramos con dos pistas: la situada más a nuestra derecha conduce a Bakio, que es la que posteriormente tomaremos. Ahora, por el contrario, lo que hacemos es continuar por la pista de enfrente, que asciende muy suavemente entre pinos y eucaliptos. Seguimos rectos desechando todas las desviaciones a la izquierda que jalonan el camino hasta llegar sin problemas hasta el bonito buzón con forma de ermita del Jata Txiki, colocado allí el 1 de diciembre de 2.007.

Regresamos a continuación al collado Jatabienerdia para coger la ancha pista que conduce a Bakio. Descendemos por esta pista, que primero es de gravilla y posteriormente de cemento, hasta llegar a la altura de otra puerta metálica exactamente igual que la que nos hemos encontrado en el anterior collado. La atravesamos y llegamos así a una pequeña explanada con mesas y bancos de madera y una caseta metálica. Allí nos encontramos con un cruce de pistas: una a la izquierda y otra a la derecha que, a su vez, se bifurca en dos. Cogemos la pista de la derecha y la bifurcación de la izquierda, una pista de cemento que desciende de forma acusada hasta llegar al barrio de Goitisoloalde, donde se encuentra una pequeña y acogedora área recreativa (Goitisolo) en la que nos paramos a comer.

                       Cruce de caminos

Cruce de caminos

                        Área recreativa Goitisolo

Área recreativa Goitisolo

                       Pista que cogemos

Pista que cogemos

Después de nuestro siempre merecido almuerzo continuamos descendiendo por la pista y llegamos a la altura del Restaurante Itxas Begi. Torcemos a la derecha y cogemos un poco más abajo la primera desviación a la derecha que nos encontramos, la cual pasa junto a un caserío pintado de blanco y comienza a perder altitud hasta desembocar en la BI-2001, a escasísimos metros de la estrecha carretera por la que habíamos subido a la ermita de San Miguel. Llegados a este punto decidimos que los niños ya han cumplido su cometido como unos auténticos campeones y que pueden ahorrarse los 2´5 kilómetros y 221 metros de desnivel que separan el punto en el que nos encontramos del aparcamiento de San Miguel en el que tenemos los coches. Así que los niños y algunos adultos giran hacia la izquierda para recorrer la poca distancia que les queda hasta la bonita villa pesquera de Bakio y los demás ascendemos la fuerte rampa que nos conduce de nuevo a San Miguel. Y, una vez en los coches, nos dirigimos a la playa de Bakio, donde los niños – y algunos no tan niños – aprovechan para jugar un buen rato. Hoy todos hemos tenido la oportunidad de poder disfrutar al final de un precioso domingo soleado después del largo y frío invierno que nos está tocando vivir este año. Menos mal.

Domingo, 14 de febrero de 2010

                     Buzón del Montenegro / Peñalba

Buzón del Montenegro / Peñalba

Hora y lugar de encuentro: A las 9:45 en el aparcamiento que hay junto al polideportivo situado a la entrada de Sodupe. Y a las 10:15 en Erreta Tutera (Retes de Tudela), aldea perteneciente a Artziniega (Araba).

DATOS DE LA RUTA:

Acceso: Erreta Tutera (Retes de Tudela), un barrio de Artziniega situado a 405 metros de altitud. Para llegar allí desde Bilbao hay que coger la A-8 y posteriormente tomar la salida BI 636 (corredor del Cadagua) hasta llegar a Sodupe. Una vez allí, tomar la A 2604 y continuar por ella hasta Artziniega y, tras atravesar el casco urbano de este municipio alavés, coger una desviación a la izquierda que indica Retes de Tudela (A-602) y, poco después, otra desviación a la derecha (A 4625) señalizada con un nuevo cartel indicador.

Desnivel: Unos 287 m.

Distancia: 5 kilómetros (ida y vuelta).

Tiempo aproximado: 1 h. 45´ (1 h de ascensión)

Dificultad: Fácil. La ascensión se realiza por pistas.

El Montenegro o Peñalba, situado en el extremo noroccidental de la provincia de Álava, es la cumbre más alta del municipio de Artziniega y una de las más características del valle de Ayala. En una de sus laderas se halla ubicado uno de los lugares más emblemáticos y conocidos de toda la comarca: el Santuario de Nuestra Señora de la Encina, un templo de estilo gótico remodelado a finales del siglo XVI.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO REALIZADO:

                        Mapa hipsométrico

Mapa hipsométrico

Dejamos aparcados los coches a la entrada de Retes de Tudela, una pequeña joya arquitectónica enclavada en lo alto de un cerro y compuesta de cuidadas casas de piedra y calles empedradas, si bien lo más destacado del lugar es la preciosa iglesia parroquial de la Magdalena, la cual data del siglo XVIII.

Cruzamos a pie el centro histórico de este precioso pueblo alavés que hoy se encuentra completamente cubierto de nieve, pasamos junto a la pequeña ermita de San Roque y seguimos por una pista que un poco más adelante se bifurca en tres. Un poste de madera nos indica que debemos tomar la pista situada más a la derecha, la cual describe un fuerte giro de 180 grados y llanea para posteriormente ascender muy suavemente.

                            Ermita de San Roque

Ermita de San Roque

                         Poste indicador

Poste indicador

                   Pista por la que caminamos

Pista por la que caminamos

Medio kilómetro después nos encontramos con una nueva bifurcación y, una vez más, seguimos las indicaciones de un poste de madera allí situado, el cual nos informa que para llegar al Peñalba debemos continuar recto, obviando la pista más estrecha situada a nuestra izquierda. Seguimos adelante sin desviarnos, atravesamos una portada de alambre y continuamos por la pista, que asciende de forma sostenida entre pinos nevados y finaliza en la amplia cima del Montenegro o Peñalba, presidida por un vértice geodésico y un buzón montañero colocado allí el 27 de abril de 1985 por el Grupo Alpino Edesa. Varias antenas de telecomunicaciones y un poste de tendido eléctrico situado a unos cien metros del buzón afean un tanto el entorno, pero no impiden que desde esta aislada cumbre alavesa se pueda disfrutar de unas excelentes vistas de Artziniega, el Valle de Ayala y la Sierra Salbada.

                         Cerca de la cima

Cerca de la cima

                      En la cumbre del Peñalba

En la cumbre del Peñalba


Iniciamos el descenso a Retes de Tudela por el mismo camino por el que habíamos subido tras haber tomado un merecido tentempié en la cima del Peñalba. Una vez en el pueblo, visitamos la iglesia de la Magdalena y cogemos los coches para dirigirnos a Artziniega, donde comemos y tomamos un café calentito en un bar. Conclusión: una bonita, corta, sencilla y nevada excursión, muy apropiada para un domingo invernal como el que hemos vivido hoy.

Domingo, 7 de febrero de 2010

                          Buzón del Murube

Buzón del Murube

Hora y lugar de encuentro: A las 9:45 en la gasolinera que está a la altura de Arrigorriaga, en la AP-68. Y a las 10:50 en Opakua (Araba).

DATOS DE LA RUTA:

Acceso: Alto del puerto de Opakua (1.020 m), en Araba. Para llegar allí en coche desde Bilbao hay que coger la AP-68 dirección Vitoria-Gasteiz, tomar posteriormente la salida 5 hacia la autovía de Altube y, a continuación, coger la A-1 dirección Pamplona/Iruña. Una vez en la A-1, es preciso desviarse para tomar la salida 379 (Agurain/Salvatierra Opakua) y continuar por la carretera A-2128 , la cual nos conducirá hasta el alto del puerto de Opakua.

Desnivel: 108 m.

Distancia: Unos 11 kilómetros (ida y vuelta).

Tiempo aproximado: 2 h 30´ (1h 20´ de ascensión).

Dificultad: Fácil.

Sencillo recorrido sin apenas desnivel que nos conducirá a la cima del Murube, situada en la cresta meridional de la sierra de Entzia, una altiplanicie formada por verdes campas y frondosos hayedos que constituye la continuación occidental de la navarra sierra de Urbasa.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO REALIZADO:

Después de llegar en coche hasta el alto de Opakua, continuamos por la carretera 600 metros más y cogemos la primera desviación a la izquierda que nos encontramos, la cual nos adentra en una pista de tierra en cuyo inicio hay un gran cartel de madera que nos indica que la distancia hasta la la Parzonería de Entzia y de Iturrieta es de un kilómetro.

A aproximadamente 1´6 kilómetros desde el citado cruce se encuentra una pequeña explanada habilitada como aparcamiento, la cual constituye el punto de partida habitual para realizar esta ruta. No obstante, la pista estaba hasta tal punto cubierta de nieve en el día de hoy que consideramos mucho más prudente dejar los coches unos 300 metros después del inicio de la pista de tierra y continuar adelante a pie.

                       Caminando por la pista

Caminando por la pista

                Atravesando el paso canadiense

Atravesando el paso canadiense

Por lo tanto, aparcamos los coches en un pequeño rellano que consideramos apropiado para ello y seguimos adelante por la pista, dirección sureste. Después de caminar un buen rato rodeados de un precioso paisaje semidesarbolado, atravesamos un paso canadiense y nos adentramos en el inmenso y magnífico hayedo que nos iba a acompañar a partir de ese momento durante toda la travesía.

                      Hayedo cubierto de nieve

Hayedo cubierto de nieve

                  Poste indicador del sendero que cogemos

Poste indicador del sendero que cogemos

                    Hito en medio del hayedo

Hito en medio del hayedo

Seguimos adelante por esta pista de tierra, que continúa en la misma dirección sureste, hasta que encontramos a nuestra izquierda un sendero marcado con un poste y un hito. Tomamos el citado sendero y, siguiendo los hitos que nos van internando en el bosque, llegamos sin ningún tipo de problemas a la cumbre del Murube, situada escasos metros después de una alambrada que es preciso cruzar.

                         En el buzón del Murube

En el buzón del Murube

Un curioso buzón con forma de ermita puesto allí por el club Alpinistas de Salvatierra el 20-07-1958 corona la cima de este precioso monte alavés. Dicho buzón se halla estratégicamente situado encima de una peña y, muy cerca de él, se encuentra un mugarri de color amarillo colocado por el club de montaña Manuel Iradier que nos recuerda que la cumbre del Murube se encuentra justamente en la frontera entre Álava y Navarra. Y, tras el buzón, una brusca caída hacia el valle nos regala unas impresionantes vistas desde la cima: la cercana cumbre el monte San Cristobal (1.145 m.) a nuestra derecha, los pueblos de Larraona y Kontrasta a nuestros pies y, al fondo, la preciosa sierra de Cantabria y el impresionante Parque Natural de Izki.

                           Buzón

Buzón

                            Mugarri

Mugarri

Continuando por la cima dirección nordeste se accede, con la ayuda de unas escaleras metálicas, a la cumbre del Aizluze (1.063 m.) y, una vez allí, es posible también visitar la Cueva de los Cristianos. No obstante, se nos ha hecho un poco tarde, ya que el espesor de la nieve ha propiciado que nuestra marcha fuera más lenta de lo habitual. Por lo tanto, decidimos dar por terminada la excursión del día de hoy, comemos en la misma cumbre del Murube y descendemos a Opakua por el mismo camino por el que habíamos subido.

                            Comiendo

Comiendo

                      Descendiendo hacia Opakua

Descendiendo hacia Opakua

Hemos tenido el priveligio de disfrutar -como tantas otras veces- de una jornada tranquila y agradable, que habría sido perfecta si no se hubiera visto un tanto ensombrecida por el impacto que nos produjo el saber que dos de nuestros montañeros más queridos no habían podido reunirse con nosotros porque, cuando se dirigían por la autopista al punto de encuentro, un aparatoso accidente de tráfico se lo había impedido. Que sepáis (porque seguro que estáis leyendo estas líneas) que os hemos echado mucho de menos y que no nos bastó con escuchar al otro lado del teléfono vuestras tranquilizadoras voces desde la cumbre del Murube. Lo que de verdad hubiéramos deseado es que estuvierais allí con nosotros, compartiendo el precioso paisaje y la maravillosa compañía que contribuyó a rellenar un poco –pero sólo un poco– el gran vacío que dejó vuestra ausencia.

Perfil del Murube

Perfil del Murube